te lo aseguro porque lo he visto, hay un gran salón al que llaman el salón de los espejos negros.
Por muy negro que sea, un espejo siempre refleja lo que ve: Pero aquí , con sútil cinismo, no es tu alegre sonrisa o el peso que perdiste lo que te da de vuelta, el ve lo mas hondo y escondido, exprime hasta la última telaraña de tu cabeza y la exhibe como estandarte.
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