tengo que hablar a voz de no quiero que me oigan: los portones se alinean formando ángulos de 25 grados, no se ve en donde se unen, no hay suficiente luz, creo que deben tocarse unos a otros, siempre he sabido que son cinco, talvez seis,... no se, nunca los he visto abiertos.
Al llegar aquí lo único que queda es pararse por allí, o sentarse y esperar a que algo pase.